Mi práctica cooperativa
- nachualvaro
- 12 jun 2020
- 3 Min. de lectura
Durante muchos años he estado pasando como interino de un centro a otro y siempre, tratando de seguir los mismos criterios de los maestros a los que sustituyo. Pero a pesar de ello, también trato de intercalar, dentro de mis posibilidades, actividades que puedan motivar a mis alumnos. Para ello he intercalados actividades cooperativas del tipo de “Lapices al centro”, “Puzle de Aronson”...
Las actividades de “lápices al centro”, las hago sobre todo para que el alumnado aprenda a comentar, argumentar, decidir, llegar a acuerdos…
Respecto al trabajo con la actividad “Puz

le de Aronson”, es fantástica a la hora de trabajar en grupo. Buscando actividades motivadoras, se logra que todos los componentes de los grupos como los iniciales como les de expertos, trabajen (dentro de las posibilidades de cada uno).
Este trabajo muchas veces los he realizado por iniciativa propia, pero en los casos que ha habido sintonía con los maestros paralelos como de distintas áreas, los hemos realizado conjuntamente, incluso haciendo grupos con alumnos de distintas aulas. De este modo la socialización de los alumnos es mucho mayor. La verdad es que la coordinación con otros maestros ha dependido de su interés y ganas de trabajar. En la mayoría de las ocasiones como realizar y coordinar estas tareas y estrategias supone un trabajo extra, deciden ni planteárselo con respuestas como: “no tengo tiempo”, “a mi no me líes que ya tengo bastante”, o la peor de ellas, “estos no se merecen que pierda mi tiempo”.
A pesar de ello, con los pocos con los que he podido realizar las tareas cooperativas, se han involucrado mucho, de hecho con ellos es con los que he ido aprendiendo y desarrollando estas actividades. ¿Ha sido necesario mayor trabajo? Realmente sí, pero el resultado es tan positivo que vale la pena el esfuerzo. Solo en unos pocos alumnos que rompen el trabajo en el aula no se ha podido realizar, pero a pesar de ello, como los temas trabajados son de su interés, llegan a interactuar y a realizar algo de trabajo (lo cual es un logro).

Para poder empezar con la práctica cooperativa, los maestros hemos hecho también de forma cooperativa la preparación de las actividades. Damos ideas, planteamos y seleccionamos actividades, por lo que los maestros también trabajamos de forma cooperativa. Con los alumnos, primero hemos de localizar un tema en común para tenerlo como punto de partida, seguidamente se realizan grupos heterogéneos, y se plantean actividades distintas siempre teniendo en cuenta las capacidades del alumnado. Con esto, cada unos de los alumnos y alumnas van a desarrollar las actividades dentro de sus posibilidades. También los alumnos con más capacidades ayudan a los que necesitan apoyo y con ello unos trabajan y se esfuerzan y los otros trabajan más porque hacen su tarea y se refuerzan.
Con este tipo de actividades como he comentado, logramos que se produzca una gran socialización, se debata, se den opiniones, se escuche se ponga en común...y sobretodo que los propios alumnos sean claves en su propia educación y los maestros en estos casos actuamos como guías y apoyo para el trabajo realizado por el alumnado.

En la situación en la que nos encontramos, lo más necesario es primero tener acceso a las nuevas tecnologías y a partir de aquí gracias a distintas aplicaciones, podemos entrar en contacto con los compañeros (google meet, skype…), también tenemos la posibilidad de hacer trabajos conjuntos (google docs) actividades on-line, gamificación (Kahoot…)
Debemos adaptarnos a la situación y aprender de los conocimientos de los compañeros, ello nos va a permitir adaptar tanto a nosotros mismos como a nuestra forma de actuar con los alumnos.
Hemos de estar preparados para adaptarnos a las distintas situaciones.
“Todas las ideas, incluso las sagradas, deben adaptarse a nuevas realidades.” Salman Rusdie
댓글